Cicciolina: Pornopolítica

La estrella italo hungara Anna Ilona Staller, mejor conocida como la Cicciolina es reconocida por medírsele a todo en las películas porno pero lo que no todos saben es que la misma actriz se lanzó al congreso italiano y ganó.

Si te preguntas cómo se introdujo en ese mundo fue cuando conoció al pornógrafo Riccardo Schicchi en 1970, quien vio en ella una gran estrella y la convirtió en la reina del porno impulsándola a hacer cosas que la hacen una diva de la transgresión como a ella le gusta que la vean; desde tener sexo en grupo con varios hombres y mujeres al tiempo, como sexo anal, dobles penetraciones, sexo oral, felaciones a caballos entre otros. Aunque referente a la felación ella dijo que no era ella sino una doble quien las hacía. Pero hasta aquí sólo era conocida por unos cuantos que aman este género cinematográfico.

No obstante asegura en sus memorias que cual espía entregó a las autoridades húngaras información sobre los diplomáticos estadounidenses que se alojaban en el hotel de lujo Budapest, donde ella trabajaba.

Pero detrás de todo ese mundo de sexo, películas y espionaje ella tenía una fuerte ideología política por lo cual se postuló como candidata a diputada por el Partido Radical, y algunos moralistas dicen que fue gracias a su exhibicionismo que logró los miles de votos con los que fue elegida congresista en 1987.

Definitivamente ella sabía cómo dar de qué hablar al mostrar sus atributos en cuanta oportunidad tenía, hasta obtener innumerables denuncias penales de las cuales salía absuelta.

Además cuando inició la guerra del Golfo se ofreció a tener relaciones sexuales con Saddam Hussein a cambio de la liberación de los rehenes extranjeros y al parecer todo había quedado en el pasado pero revivió su propuesta en octubre de 2002 cuando Irak se estaba resistiendo a la presión internacional con tal de acceder las inspecciones de armas de destrucción masiva.

Pero como si esto fuera poco hizo la misma oferta en abril de 2006 pero ya no a Hussein sino a Osama bin Laden, ya que le parecía que este hombre azotaba con terror al mundo y había que hacer algo, por eso ofreció sexo a cambio de cesar la tiranía y también dijo que si Saddam hubiera aceptado su oferta quien sabe qué hubiera pasado con Oriente Medio.