Existen sutiles y marcadas distinciones entre un refran, un proverbio, adagios, aforismos, dicho o máxima entre otras palabras semejantes, lo que tienen en común es que todas marcan una sentencia. Pero es allí mismo, donde radican también sus diferencias.
El refrán expresa un consejo o máxima popular, mientras el adagio por ejemplo es una frase culta e invariable que generalmente enfatiza la ética y la moral. Un adagio puede expresar: “el tiempo todo lo cura”.
En el diccionario, varias de estas palabras se les identifican como sinónimos. Si vamos a los conceptos de cada una de ellas, se puede señalar que los dichos expresan un pensamiento o actitud cabal: mi madre trabaja “a brazo partido”; el modismo es una frase fija en la lengua y se aparta del significado de la gramática, como por ejemplo crear una frase que indique… abrir “la caja de Pandora”.
La locución es una expresión que combina palabras y crea una frase estable como es: “en un abrir y cerrar de ojos”. Mientras una frase hecha, es aquella que resulta bastante común y no presenta ningún tipo de análisis, por lo cual, se mantiene igual y sin cambio alguno en el orden de las palabras, es así que, hablar de “buenas a primeras” siempre será dicha de esa forma.
En el caso de los refranes son frases agudas, sentenciosas, populares, de uso común y casi todo el mundo sabe decir uno en el momento oportuno. El proverbio es un sinónimo del refrán e igualmente da un consejo o enseñanza moral: “interés cuánto vales”.
Las máximas o apotegmas son sinónimos breves que contienen una enseñanza honorable o educativa: “piensa y aprende” y por lo general, son creadas por personajes célebres. Más los aforismos son frases dogmáticas que señalan una regla o norma de la ciencia, arte, etc., además igualmente son dichas por personas con cierto reconocimiento público.
Esta variedad de palabras nos indica que definitivamente la importancia del refrán en la sociedad es destacable y aunque a veces da la impresión que las personas no los utilizan, han logrado mantenerse en nuestras costumbres. Dejar registros de ellos, hará que las nuevas generaciones tengan la oportunidad de conocerlas y usarlas, ayudando al continuo enriquecimiento del vocabulario.
En fin, estas frases se encuentran estables, fijas en el lenguaje y forman parte del día a día; los refranes además nos hacen reflexionar y recordar que debemos seguir un camino recto, tratando de enseñarnos a mantener una coherencia entre lo que decimos y cómo actuamos.